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Charlamos con Andy Piller, creador del crucero “70000 Tons of Metal”

“No está descartada una versión sudamericana del “70000 Tons of Metal”, todo es posible…”



Andy Piller, no solo es un fanático del metal y un promotor/productor de eventos desde muy temprana edad, sino que además es el genio creador del crucero 70.000 Tons of Metal. Como empresario se autodefine como un optimista nato y nos concedió una charla exclusiva donde con una extraordinaria dosis de humor y buena onda, nos cuenta todos los detalles del primer gran crucero del metal a nivel mundial.


Hola Andy, ¿Cómo estás? Muy bien ¿y vos?, lamento el retraso, pero tu colega de Colombia llegó media hora tarde (risas), es por ello que siempre trato de establecer un tiempo máximo de una hora entre cada entrevista, pero hoy está complicado (risas), no solo tengo un par de entrevistas más sino una videoconferencia y los shows de Accept, Stratovarius y Grave Digger así que en definitiva es un día ocupado (risas)


No hay ningún problema, son cosas que pasan, cualquier cosa avísame cuando ya tengas que irte… Por supuesto, (risas), ya sabes que soy mitad suizo así que me encanta la precisión, déjame decirte que tenemos exactamente 56 minutos para charlar y déjame decirte antes que nada que es un gran placer para mi poder conversar con vos para Efecto Metal, de verdad muchísimas gracias.


Perfecto (risas), gracias a vos, comencemos por lo obvio, ¿Cómo se te ocurrió la idea de un festival de metal a bordo de un barco? ¿Qué te inspiró? Y además, ¿Cuáles fueron los principales obstáculos con los que te encontraste en un principio? Bueno, a ver, supongo que esto conlleva a ir un poco hacia atrás en la historia ¿no? (risas), la verdad es que la idea se fue desarrollando poco a poco, pero, para ponerte un poco en contexto, necesitas saber que yo crecí en Suiza y alrededor a los 16 o 17 años comencé a organizar algunos shows para bandas pequeñas y la cosa comenzó a crecer muy rápidamente, de manera tal que antes de ser mayor de edad ya estaba haciendo conciertos importantes, pero todavía estaba en la escuela (risas), como te podrás imaginar mis padres no estaban muy contentos con ello porque de ser un simple hobbie, se había transformado en una actividad semiprofesional. En un abrir y cerrar de ojos, es decir de repente, estaba organizando eventos por todos lados y terminaba yendo a la escuela a dormir (risas), de hecho tuve que repetir algunas clases (risas).



¡Puedo imaginarlo!, te deben haber retado un montón de veces… (risas) Conversaban mucho conmigo y la verdad es que llegó un punto en el que me dijeron: "Hijo, eso no va a funcionar, te pagamos todo, vives con nosotros así que o terminas la escuela, vas a la universidad y tienes una vida normal, blah, blah, blah o continúas haciendo esta cosa de la música con lo cual a fin de mes tendrás que irte de nuestra casa y no recibirás ni un centavo más de nuestra parte". Así que los miré y dije: “Ok, nos vemos” y me fui.


Perdóname que te lo diga, pero contado así suena como muy sencillo. Si ¿verdad? (risas), pero no lo fue, de hecho, no es fácil, cualquier promotor de conciertos puede decirte que en este mundo hay un montón de altibajos y riesgos, me refiero a que, así como ganas, también puedes perder mucho, muchísimo dinero en una sola noche, pero, en fin, continuando con lo que te estaba contando, dado que hablaba otros idiomas, comencé a realizar conciertos en otros países e inclusive a desempeñarme en labores de “booking”, en países como Francia, Italia, Austria, y así sucesivamente. Hasta que un día en 1997, habiendo negociado prácticamente la mitad de la gira europea de Overkill, la banda me llama diciéndome: "Che, vos has agendado la mitad de la gira, necesitamos un tour mánager, ¿no querés ocuparte vos o de ultima recomendarnos a alguien que conozcas?”. Ahí mismo les contesté: “Claro, ¿por qué no?, hagámoslo” (ya sabes lo que dicen “Joven y loco”, ¿verdad?). Obviamente que algo debí hacer bien porque inmediatamente después comencé a recibir llamadas de otros managements, agencias, bandas y terminé pasando prácticamente 15 años de mi vida en un autobús y de gira.


¿15 años? ¡Wow!, toda una experiencia, pero ¿cómo saltas del bus al crucero? (Risas) Ahí vamos, ahí vamos. Resulta que trabajando con algunas bandas canadienses, fui varias veces a la zona de Vancouver y me enamoré de esa hermosa ciudad por lo que eventualmente conseguí un apartamento que estaba a solo unos 150 metros del muelle de los cruceros. Ya sabes, de estos que están constantemente yendo a Alaska y cosas así, durante el verano y buena parte del año (risas). Una noche estaba sentado en mi balcón mirando estos cruceros con algunos amigos, mientras tomamos algunas bebidas. Obviamente, yo había tomado “un poco demasiado” (risas), y dije: "Deberíamos rentar uno de estos cruceros y hacer un festival de heavy metal allí" y todos mis amigos inmediatamente dijeron: "estás loco, eso nunca va a funcionar, la gente se tiraría por la borda, habrá peleas, mucha gente morirá, terminaran hundiendo el barco”. En fin, todo ese tipo de cosas (risas).



No quiero parecer amargo, pero probablemente yo te habría dicho lo mismo. Lo sé, ¡cualquiera lo habría hecho! (risas). Al día siguiente, (lo recuerdo perfectamente), tenía un gran dolor de cabeza, producto de la resaca por haber bebido demasiado, pero esta idea seguía dando vueltas en mi cabeza por lo que comencé a elaborar un plan de negocio. Lógicamente, yo lo sabía todo acerca de la industria de la música en vivo, fui promotor de conciertos, Booking Manager, Tour Manager, etc, pero no sabía absolutamente nada sobre los cruceros, es más, ni siquiera sabía cómo deletrear esa palabra (risas). Al final fui a un total de 13 cruceros para aprender algo sobre ellos. Tenía mi objetivo muy claro y pensaba cosas como: “Quiero construir un gran escenario en la cubierta de la piscina”, o “todos estos barcos tienen una especie de teatro en el interior, pero con sillas, ¿heavy metal sentado en una silla? ¡Nah! eso no funciona”. Cada vez que iba a visitar e inspeccionar un nuevo crucero, los encargados querían mostrarme las cabinas, los restaurantes, hablarme de lo extraordinaria que era la comida y yo les decía: "No me importa eso", y me arrastraba debajo de los asientos para ver si estaban soldados o si podía desenroscarlos. Todos pensaban que estaba completamente loco (risas). Puedo imaginarlo, se deben haber preguntado más de una vez con qué clase de loco se habían encontrado. Si, (risas) adicionalmente había dos obstáculos muy grandes. Primero el poder convencer a una línea de cruceros para que te alquile un barco para un festival de heavy metal, te seré honesto, en Europa, el heavy metal está un poco más establecido, es más mainstream, pero en Norteamérica y Latinoamérica no, de hecho, allí todavía hay una especie de estigma negativo asociado al heavy metal. La gente piensa en cabello largo y lo asocia con desenfreno, violencia destrucción bombas y lo que sea, así que convencer a los ejecutivos de una línea de cruceros, que no son precisamente fanáticos del metal ni conocen la escena, era todo un proceso, era como “Bueno si, tendremos música a alto volumen y probablemente a un montón personas con una apariencia algo intimidante, pero tienen buen corazón, si ustedes conociesen a los metaleros verían que son gente amable, créanme, no van a destruir su barco” (risas), “solo será un poco de música con mucho volumen”. Ese fue el primer gran obstáculo. El segundo (y quizá el más grande) fue el financiamiento, para alquilar un crucero completo y desarrollar toda la logística que necesitás, debes pagar todo por adelantado o como mínimo tener una garantía bancaria, estamos hablando fácilmente de miles millones de dólares, entonces bueno, ya sé que crecí en Suiza, que Suiza es un país rico, etc., pero eso no significa que mis padres sean millonarios, ¿sabes? (risas) y aunque lo fuesen, no me habrían dado su dinero, porque como todos los demás, tienen sus propios gastos.


Además creo que si les pedías te vendría con el viejo discurso de la música y la pérdida de tiempo. Probablemente (risas), pero como ves, encontrar gente que realmente crea en algo que nadie ha hecho antes, que no tiene ni siquiera un antecedente similar en el mundo y cuando la inmensa mayoría no solo piensan que nunca va a funcionar sino que es una idea descabellada y estúpida, es extraordinariamente difícil. Me llevó varios años encontrar a las personas adecuadas para invertir en algo como esto, creo que desde que tuve la idea hasta la primera edición del 70.000 Tons of Metal, que fue en 2011, pasaron más de tres años y medio.



Es innegable que fue una idea completamente innovadora en su momento y dado el tiempo transcurrido, creo que no hay duda de que ha sido un éxito. Sí, absolutamente, como verás, a veces las ideas más estúpidas resultan ser las mejores (risas). Al final solo tienes que creer en tus sueños.


Bueno ya sabemos sobre lo que fue toda la inversión y el montaje, pero ¿cómo fue el tema con las bandas?, ¿cómo reaccionaron cuando les dijiste “quiero que toquen en un barco en alta mar?” Al principio, las reacciones de la mayoría de las bandas eran más o menos similares a las de todo el mundo: preguntaban directamente, “¿Estás loco?" (risas). Para todas, especialmente para las más grandes, la principal preocupación era pensar, "Oh Dios mío, vamos a estar encerrados en este barco con miles de enloquecidos fans", pero cuando la gente comienza a revisar un poco de mi curriculum, de mi historia y se da cuenta que en el cartel de 70000 Tons of Metal en 2011, (que fue el primero), casi toda la grilla estaba compuesta por bandas con las que había trabajado antes, ya sea como manager o promotor, la cosa comenzaba a cambiar. Todas esas bandas con las que había trabajado, sabían que si yo decía que iba a hacer algo que iba a funcionar, iba a funcionar, y bueno para nadie es un secreto que la escena es relativamente pequeña, así que la gente comienza a hablar entre sí, a pedir referencias y a hacer averiguaciones. Después del primer crucero, ese problema prácticamente desapareció, ya sabes, las bandas hablan entre sí y se corre la voz “hey fue fantástico, es increíble”. De hecho, es gracioso, pero las bandas que más dudaron al principio, son las que siempre quieren volver todos los años, si pudieran (risas). Después de casi 14 años de organizar el 70000 Tons of metal, ¿cuáles serían las tres lecciones más importantes que has aprendido desde el punto de vista logístico y financiero? Bueno, tal vez (y esto no solo se aplica a los negocios, sino a la vida en general), que “las cosas pasan”, ya sabes “shit happens” decimos, así que básicamente la primera lección seria “esperar lo inesperado”. La segunda lección es siempre tener un presupuesto adecuado y adicionalmente (partiendo de la primera, por supuesto), tener un presupuesto para los contratiempos. La tercera es nunca rendirse. Creer en tus sueños. Si algo no funciona al principio, intenta, intenta, intenta de nuevo. Podría agregar una más que al final es el resultado de la combinación de las 2 primeras, que es el rodearte de las personas adecuadas, gente en la que puedas confiar, gente buena. Esto es realmente importante. En mi caso yo soy el creador del 70000 Tons of metal, el organizador, el capitán, lógicamente si algo sale mal, cargo con la culpa, y no tengo inconveniente con ello, es parte de mi trabajo, pero hay un equipo enorme de gente, un equipo de clase mundial que me respalda y trabaja conmigo codo a codo, sin ellos, nada de esto sería posible así que repito, rodearte de un buen equipo de gente en la que puedas confiar es muy importante.



Además del 70000 Tons of Metal también creaste el crucero “Extreme Metal Barge” ¿Por qué crear otro crucero específicamente para el metal extremo? Bueno, (risas), me gustan los desafíos, siempre quiero más. Debido al enorme éxito de 70000 Tons of Metal en su primera edición, en el 2011, tal vez me emocioné demasiado y quería hacer una segunda versión de inmediato. Tal vez esta sea una de las lecciones que aprendí, y no solo una, sino varias. Para comenzar, en aquel momento el mercado no estaba listo para tener dos cruceros el mismo año. Tal vez faltaba algo más impactante en la alineación, ya sabes ese efecto ¡wow! Adicionalmente, el momento tampoco era el adecuado, (principios de diciembre), convengamos que para esa fecha muchas personas están planificando todo lo relacionado con la Navidad y no están de vacaciones. De hecho, en muchas partes del mundo, la Navidad es una temporada ocupada, todos los que trabajan en el comercio o en tiendas, no tienen la oportunidad de tomar vacaciones en esa época así que definitivamente no fue una buena idea ni el mejor momento para llevarla a cabo, pero como te dije, la razón para hacer ese segundo crucero fue simplemente que me dejé llevar por la emoción y pensé: “oh funciona. ¡Hagamos una segunda!”, cuando más bien debí tener un poco de calma (risas). Quizá todo parecía demasiado fácil, pero la verdad es que perdí un montón de dinero ya que no fue precisamente un éxito. Constantemente la gente me pregunta si volveré a hacer otro Barge to Hell y siempre pensé que tal vez para el décimo aniversario o algo así, podríamos hacer otro, pero luego llegó el COVID, y eso tampoco ayudó. Pero nunca digas nunca. Tal vez algún día habrá varios 70000 Tons of Metal, o tal vez habrá otros cruceros con diferentes estilos.


Ya que has hablado mucho de tus inquietudes, y que siempre quieres ir más allá con tus “ideas locas”, nos han llegado una serie de rumores sobre que planeas realizar una especie de versión sudamericana del 70000 Tons of Metal, donde la mayoría de los artistas serian precisamente bandas de metal latino. ¿Puedes confirmar si esto es una realidad, una idea o solo un rumor sin fundamento? ¡Ahm oooookey! (risas). Esteeeee, ok de acuerdo, déjame ser diplomático (risas) y decir que no puedo confirmar ni negar nada. Como dije antes, se habían hecho una serie de planes para ciertas cosas antes de que sucediera la pandemia, pero vino lo del COVID y todo se retrasó varios años. Además, el entorno empresarial también ha cambiado, perooo, a ver, es que no puedo… bueno digamos esto: no solo habrá Miami-Florida, hay muchos otros países en diferentes continentes, otros océanos y mares. Así que tal vez y solo tal vez, se me ocurra algo nuevo en el futuro. Manténganse atentos, ya que como dije antes, nunca tengo suficiente (risas).

Ok, ¿qué podemos esperar para el 70000 Tons de Metal de 2024?, ¿habrá algunos cambios relacionados con la forma en la que se ha venido trabajando? ¡Claro! Siempre estamos pensando en cosas nuevas y en este caso puedo decirte que, en el 2024, el 70000 Tons of Metal irá a un nuevo destino, un país al que nunca hemos ido antes. Zarparemos el 29 de enero rumbo a Puerto Plata en República Dominicana. Así que como ya dije, no solo será un nuevo destino, sino también un nuevo país. La embarcación será la misma, el “Freedom of the Seas”, me encanta el nombre (risas), hace juego con la libertad del metal (The freedom of metal, the freedom of the seas”), es genial. Entiendo que el año pasado hubo algo de caos, pero es que todo el año fue un poco caótico (risas). Lógicamente podría echarle la culpa a un montón de gente, que si los bancos que si las aseguradoras, que si el sistema de las tarjetas de crédito, pero hey, soy el capitán, el organizador y asumo la responsabilidad, debí haber previsto algunas cosas y lamentablemente no lo hice. Para el 2024 todo eso quedará atrás, es mi palabra de honor, haré mi mejor esfuerzo para tener todo previsto, de hecho, no solo comenzaremos a anunciar las bandas, sino que también comenzaremos a vender entradas mucho antes. Así que, en cierta medida, le daremos a la gente lo que quiere, no quiero decir el típico cliché de “pronto” (a la gente no le gusta) me prometí a mí mismo no hacerlo (risas), pero en definitiva todo se anunciará antes de lo acostumbrado (risas).



Como sabes, cuando tienes ideas innovadoras y exitosas, comienzan a salir las imitaciones y el caso del 70000 Tons of Metal no es la excepción, por lo cual, en los últimos años han existido diversos “cruceros del metal”, pero ninguno perdura. ¿Por qué crees que todos estos competidores no logran mantenerse mientras que el tuyo continúa siendo una experiencia exitosa año tras año? Lo primero que debo decir es que los ingleses suelen tener esta especie de proverbio de que “la competencia es buena para los negocios", y particularmente estoy convencido de ello, por lo cual no le temo a la competencia porque como bien sabes el 70000 Tons of Metal es el original. Además, también es (por un margen muy amplio), el crucero de heavy metal más grande del mundo y aunque no me lo has preguntado, el nombre "70000 Tons" originalmente se refiere al desplazamiento de masa del barco en el que empezamos, aunque ahora que lo pienso no eran 70000 toneladas, eran 73000 toneladas (risas). En fin, hoy en día tenemos un barco que tiene un desplazamiento de 154.000 toneladas, técnicamente, esto es 2.2 veces 70.000 toneladas así que seguimos siendo por un margen muy amplio los más grandes, los innovadores, los originales, somos el faro que guía a los demás, la luz líder (risas) y siempre estamos proponiendo nuevas ideas. En el caso de estos otros cruceros, tengo que decir que son bastante diferentes a nosotros, algunos son organizados por algunas bandas y son el crucero “de la banda”, en otros hay alguna que otra banda tocando o inclusive algunas bandas grandes tocando y nadie más, pero el 70000 Tons of Metal es diferente, no solo es un festival de heavy metal en crucero, sino que es una experiencia única.


Muy bien, continuando un poco con esto que me acabas de decir, imaginemos que tenemos a este amigo, que es el típico indeciso, no sabe qué hacer, no se decide a ir ¿qué puedes decirle a este pibe que nunca ha ido a un crucero (menos a uno de metal) y está tratando de decidir si ir o no? Ya sé que te estoy poniendo en “modo promocional” (risas), pero…

(Risas) No te preocupes, entiendo perfectamente a lo que vas (risas). Yo le diría algo como esto: espera lo inesperado, no importa cuántas fotografías o videos veas, ni importa si revisas todo el material que hay en las páginas de internet y redes sociales porque no se asemeja ni remotamente a la experiencia de estar ahí. El 70000 Tons of Metal es diferente, no solo a cualquier festival en tierra firme, sino también a la mayoría de los demás cruceros. ¿Por qué?, porque en el 70000 Tons of Metal no tenemos una zona de backstage ni una zona VIP, ¿comprendes?, básicamente vivimos la experiencia de estar "todos en el mismo barco", por lo cual todo es una inmensa celebración y apenas llegas al muelle y pasas por la terminal, así seas el músico de la banda más grande o un fan que comparte una cabina de cuatro personas en la cubierta dos, pasarás por los mismos controles de seguridad y por el mismo proceso de registro. Entonces, cuando la gente camina por esa pasarela, para abordar, algo sucede en su subconsciente y se dan cuenta de que no importa si eres un artista o un fan, todos, absolutamente todos, se dan cuenta de que, en el más estricto sentido de la palabra, todos estamos en el mismo barco. Es (sin lugar a dudas) algo difícil de describir. Por supuesto, puedes escuchar mis palabras ahora y luego charlar con personas que hayan estado allí antes, pero créeme que experimentarlo por ti mismo es algo completamente diferente. Es una gran fiesta, es muy diferente de otros festivales, cada banda toca dos veces en dos escenarios diferentes, la mayoría toca dos sets completamente distintos. Algunas bandas incluso hacen algo especial, como tocar su próximo álbum en su totalidad, en fin, además dime ¿En que otro lugar del mundo puedes encontrarte con tu músico favorito en el ascensor o quizá sentarte en la misma mesa para el desayuno, o en el bar por la noche? Incluso hay historias sobre músicos sentados junto a los fans en el mismo jacuzzi, viendo los shows. Todo eso y muchísimo más es el 70000 Tons of Metal.


¿Alguna banda te ha dicho de participar solo por el hecho de vivir esta especie de experiencia cercana con los fans? No, no porque tengan miedo de sus fans. La mayoría de las bandas con las que he estado intentando trabajar durante muchos años, y que se han negado, tienen otras razones, ya sabes otras giras, están grabando en el estudio o realizando proyectos en solitario y simplemente no están disponibles. Una vez más, como dije antes, se trata de intentar, intentar, e intentar.


Hablame de lo que significó la pesadilla de la pandemia para ti y para el crucero, ¿Cómo manejaste toda esa situación?, ¿cómo los afectó el tener que suspender por 2 años el crucero y luego volver a arrancar con todas estas medidas sobre distanciamiento social? Mira, cuando todo esto sucedió, yo… a ver… soy una especie de optimista profesional por decirlo de alguna manera, pero desde el principio estaba seguro de que las cosas serían realmente malas, pensaba: “ok, es una pandemia, las cosas se van aponer realmente feas, mucha gente morirá” (bueno al final lamentablemente murieron millones de personas lo cual es realmente trágico). Pero también creo en la ciencia y estaba seguro de que tarde o temprano las compañías farmacéuticas encontrarían soluciones, en forma de tratamientos, vacunas o lo que sea. Sabía que sería un momento difícil en todo sentido, pero como has visto también soy una persona que siempre tiene un Plan B, y apenas el Plan A comienza a fallar, ya trabajo en el Plan C, entonces apenas esto comenzó ese mes de marzo (bueno comenzó antes, pero ahí fue cuando quedó claro que sería algo a nivel mundial), me aseguré de tener el financiamiento, el presupuesto que nos ayudara a transitar ese momento difícil, me dije a mi mismo: "Ok, necesito tener una especie de colchón financiero por si no va a haber cruceros el próximo año" y mientras diseñaba ese Plan B, ya iba conformando un Plan C, o sea, pensaba: “¿Qué pasa si esto se pone realmente mal y tampoco hay crucero al otro año?. Si eso pasa, conseguir algún tipo de financiamiento será prácticamente imposible”. Así que nada, me aseguré el contar con suficiente presupuesto para llevarnos a través de dos años sin la posibilidad de tener el crucero, al principio parecía algo exagerado, pero al final desafortunadamente fue lo que pasó. Te confieso que estuvimos considerando seriamente la posibilidad de hacer el crucero en el 2022 (obviamente antes de que viniesen todas estas variantes del COVID y todo volviese atrás con los confinamientos y restricciones), pero (y creo que cualquier hombre de negocios te dirá lo mismo), a veces tienes que seguir escuchando a tu corazón y honestamente tenía una muy mala sensación al respecto, por lo que pensé: "No, esto no es una buena idea". Encima en ese momento todavía teníamos algunas restricciones con el distanciamiento social, los barbijos en fin y seamos claros, ¿cómo vas a hacer distanciamiento social en un mosh pit o en un jacuzzi?, es imposible. Al final dije: “no, en definitiva, no lo haremos, no habrá crucero tampoco este año”. Tal vez fue una buena decisión, tal vez no, pero lo que si te puedo asegurar es que a pesar del mal momento, no despedí ni suspendí a ninguno de mis empleados. Les pagué puntualmente durante toda la pandemia. Eso es lealtad, soy extremadamente leal, es algo que viene del corazón y para mí eso es sinónimo de metal. Desafortunadamente, la lealtad no siempre es recompensada, tenemos un proverbio que dice "Si quieres lealtad, consigue un perro" (risas), así que bueno, no siempre te van a retribuir esa lealtad con la misma moneda, pero está bien, mi conciencia está tranquila porque hice lo correcto. Por suerte no tuvimos un tercer año sin actividad (habría sido imposible levantar todo luego de 3 años en la nada misma) y ahora estamos haciendo cruceros de nuevo. El 70000 Tons of Metal de este año resultó mucho mejor de lo que esperaba y nos estamos preparando para el del 2024. Las fechas ya están establecidas y serán del 29 de enero al 2 de febrero, y el destino también está confirmado. Tanto el anuncio de las primeras bandas confirmadas, así como la venta de entradas están a la vuelta de la esquina (no diré pronto, dije que no lo diría (risas).



Andy, muchísimas gracias, la verdad hemos pasado un excelente rato charlando, me gustaría pedirte algunas palabras finales para todos los lectores de Efecto Metal en Argentina y para toda la gente que nos lee alrededor del mundo.

Gracias a vos, ha sido un placer, me he divertido muchísimo, quiero enviar a todos los lectores de Efecto Metal, a su equipo de trabajo y a todos los metalheads en Argentina y alrededor del mundo, un gran saludo y recordarles que para mí, Andy Piller, el capitán del 70000 Tons of Metal, el crucero más grande y original de heavy metal del mundo, sería un gran placer el poder darles la bienvenida personalmente el próximo año. Recuerden que, desde el 29 de enero al 2 de febrero de 2024, cuando partamos desde Miami, Florida hacia un destino totalmente nuevo, en Punta Cana en la República Dominicana, espero de todo corazón poder verlos allí.


Muchísimas gracias por tu tiempo Andy, de verdad gracias.

Gracias a vos amigo, créeme que ha sido un verdadero placer. Gracias por invitarme a estar en Efecto Metal. ¡Muchas gracias!



Por Joad Jimenez

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